EL CÓLERA
El cólera es una enfermedad infecciosa aguda, provocada por la bacteria 'Vibrio Cholerae'. Se caracteriza por desarrollar de forma muy brusca una diarrea muy importante y vómitos ocasionales. Estas características hacen que en principio sea difícil distinguirla de otro motivo de diarrea. Aunque en general el cuadro clínico es leve, puede suceder que la deshidratación sea extrema, lo que puede provocar la muerte. La enfermedad requiere cuarentena y es de declaración obligatoria nacional e internacional mente.
Causas
La forma más habitual de contagio es por beber agua o comer alimentos contaminados por heces humanas. No se suele transmitir de persona a persona. Los brotes más importantes suelen estar provocados por fuentes de agua contaminada por residuos fecales. El Vibrio cholerae forma parte de la flora normal de aguas saladas, desembocadura de los ríos, bahías con salinidad moderada y estuarios, donde se asocia a menudo con algas, plancton, conchas, caparazones, crustáceos, moluscos y otros seres vivos para sobrevivir. Suele aparecer en zonas de Asia, Oriente Medio, África y América Latina. En estas áreas, los brotes de enfermedad se dan durante los meses de calor y la mayor incidencia es entre los niños. En otras zonas, las epidemias pueden ocurrir en cualquier época del año y la enfermedad puede afectar a cualquier edad.
También habita en aguas de interior. Prolifera en verano cuando la temperatura del agua supera los 20 grados centígrados.
La bacteria sobrevive en la superficie de todos los alimentos durante cinco días a temperatura ambiente y hasta diez días si la temperatura se mantiene entre 5 y 10 grados. Sobrevive a la congelación, aunque es más difícil la proliferación, lo que puede impedir que se alcance la cantidad de microorganismos capaces de provocar la infección en el individuo. Es sensible a la desecación y a la acidez. Se ha descrito una relación entre el grupo sanguíneo y la sensibilidad al cólera. No se sabe por qué, pero las personas con grupo sanguíneo 0 tienen más riesgo que las del grupo A o B.
Síntomas
Por lo general, la enfermedad comienza con una diarrea repentina, indolora y acuosa, además de vómitos. En los casos graves se llega a perder casi un litro de líquido por hora, pero usualmente la cantidad es mucho menor. En tales situaciones graves, la gran disminución de agua y sal produce una marcada deshidratación con intensa sed, calambres musculares, debilidad y una producción mínima de orina.
Prevención
Son necesarias medidas de salud pública, como abastecimiento de agua limpia, instalaciones adecuadas para la eliminación de aguas fecales, mejora del estado de nutrición de la población y cambios en las normas de manipulación y conservación de los alimentos. No tiene ninguna utilidad el tratamiento colectivo sistemático con antibióticos o la profilaxis masiva. Las medidas individuales de prevención más eficaces son las siguientes:
- Cocer los alimentos completamente y consumirlos aún calientes.
- Evitar que los alimentos cocinados entren en contacto con los alimentos crudos para que no se contaminen, así como con el agua o el hielo, moscas, superficies contaminadas, cubiertos sucios y otros.
- No comer frutas ni verduras crudas sin morderlas en el momento del consumo, ni dejarlas expuestas.
- Medidas habituales de higiene que no hay que descuidar, como lavarse las manos antes de tocar cualquier alimento.

Diagnostico
El diagnóstico de cólera se confirma aislando las bacterias a partir de muestras de fluido procedentes del recto o de materia fecal fresca. Ya que la bacteria 'Vibrio Cholerae' no crece en los cultivos rutinarios de materia fecal, se debe solicitar un cultivo especial para los microorganismos Vibrio.
Tratamiento
El tratamiento adecuado y suficiente de forma general es la solución de sales de rehidratación oral, aunque en las ocasiones en las que la deshidratación es muy acusada, es necesaria la reposición intravenosa de los líquidos y solutos perdidos. El potasio se repone con un zumo de limón, agua de coco o similares. Sólo en los casos muy graves se deben utilizar antibióticos, siendo la tetracilina el fármaco de elección, siempre bajo control médico.
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
Publicada en 1985, esta novela de Gabriel García Márquez consagrada al amor se inicia con dos muertes: la de Jeremiah de Saint-Amour, un refugiado antillano inválido de guerra, y la del doctor Juvenal Urbino, que al regresar de casa de su amigo suicida, en su intento de recuperar un loro huido, refugiado en el mango del patio de la suya, cae desde lo alto y se mata. "Sólo Dios sabe cuánto te quise", tiene apenas tiempo de decirle a Fermina Daza, su mujer, la misma a quien un rato después, Florentino Ariza, uno de los asistentes al velorio, le dirá: "Fermina: he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetir una vez más el juramento de mi fidelidad eterna y mi amor para siempre".

Trescientas páginas a través de las cuales asistimos, en gran parte, a la "educación sentimental" de Florentino, enamorado, siendo aún adolescente, de Fermina Daza, con quien apenas cruza palabra pero sí mantiene una muy nutrida y apasionada correspondencia. A la vuelta de un viaje por el interior, impuesto a Fermina Daza por su padre (que quiere apartarla de su enamorado), se da cuenta repentinamente de que Florentino Ariza no es el hombre que puede hacerla feliz y le rechaza, casándose con el doctor Urbino, a quien rechazaba en un principio. Aunque relativamente feliz, Fermina Daza no tardará en darse cuenta de su equivocación; ha rechazado al hombre que quería y, llevada por un extraño destino, se ha entregado al que no quiere.
Mientras esto ocurre, el cólera hace estragos y se suceden las guerras entre liberales y conservadores, sin que por ello se resienta demasiado la vida de la ciudad caribeña. Florentino Ariza, a pesar de seguir queriendo a Fermina, va pasando de mujer en mujer, de aventura en aventura, al tiempo que escala puestos en la compañía familiar de navegación fluvial, de la cual acabará siendo presidente.
Muerto Urbino, y de nuevo rechazado por Fermina, Florentino Ariza volverá, como ya hizo en la adolescencia, a escribirle, a conquistar poco a poco con su verbo apasionado a la mujer, que acabará aceptando primero su amistad y luego viajar por el río Magdalena en uno de los barcos de la compañía, sin saber, hasta el último momento, que Florentino la acompañará.
Será en el río Magdalena donde estos viejos, que ya pasan de los setenta, se entregarán a su amor, con tanto apasionamiento que, para librarse de testigos y permanecer a solas en el barco, Florentino hará que en el viaje de vuelta se enarbole la bandera amarilla del cólera y, una vez llegados a la desembocadura, y por lo tanto a la ciudad, vuelva a remontar el río; un Magdalena muerto, debido a la tala excesiva de la selva, por el que bajan cadáveres, con un tiro en la nuca o bien víctimas del cólera, pues los tiempos del cólera no han quedado atrás, pese a los partes de las autoridades sanitarias. Tampoco ha quedado atrás el amor, puesto que el amor es amor "en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más se acerca a la muerte".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario